por Joel Lázaro Carbonell Guilar
Presidente de La Organización de Derechos Humanos “Cubanos Libres”
7 de Marzo de 2011
Foto: Joel Lázaro Carbonell Guilar
La Habana. La dictadura castrista a intensificado su campaña de descrédito contra nuestra pequeña sociedad civil; en la cual sostiene que somos “mercenarios” y delincuentes comunes, además de culpar a Los Estados Unidos de todos los problemas del país, en la cual para nosotros, queda claro que no es mas que una justificación de los tiranos, para continuar su permanencia en el poder.
En su gran especialidad del trabajo sucio diplomático, el descrédito internacional y su lenguaje marginal, quieren tapar la dura realidad que sufre el pueblo cubano. Nadie puede abrir la boca para hacer una crítica sencilla al gobierno, sin que se escape del libreto y las calumnias que te elaboran, convirtiéndote inmediatamente en mercenario, delincuente común o terrorista.
Lo que es demasiado triste es lo difícil que se les hace a los cubanos expresarse abiertamente y enfrentarse a personas irracionales, manipuladas por el gobierno. Agentes estatales preparan manifestaciones para que les hagan frente a los integrantes de la sociedad civil, en la cual estos actos de repudio los han sufridos funcionarios diplomáticos de diversos países, que se han interesado por nuestra dura realidad. Los tiranos no han respetado ni tan siquiera las leyes diplomáticas establecidas, donde oficiales de la seguridad de estado vestido de civil, han hecho señales para que partidarios del régimen griten insultos a estos funcionarios; como el ultimo caso mas reciente del segundo secretario de La Sección de Intereses de Los Estados Unidos en La Habana, Lowell Dale Lawton que sufrió esto.
Por nuestra parte, se les agradece a los tiranos la promoción que están haciendo con su desespero, ya que cada vez que envía sus tropas de agitadores y revoltosos detrás de las damas de blanco o de algún opositor al régimen, eso nos ayuda tremendamente a que el pueblo se interese por nosotros.
El pueblo tiene un gran desencanto con la mal llamada revolución cubana, es una gran ironía que los hombres que han desangrado al pueblo cubano durante mas de 50 años, hablen de reformas y democracia; como en otra ocasión mencione, se están dirigiendo a otro método de tiranía, tendiendo tenebrosos cercos de prohibiciones convirtiéndonos en rehenes del gobierno, imposibilitando a todo; han destrozado a Cuba, son incapaces de estructurar una economía adecuada para que el pueblo no se muera de hambre.
Este gobierno aunque finja una tolerancia, siempre va a tener problemas; tienen miedo reconocer que hay una considerable cantidad de cubanos que no esta de acuerdo con ellos. El régimen nos dividió y mutilo nuestro sentido común, nos inculca el temor, no al dolor físico, sino a todas las armas para reprimir; una de ellas es la ley, medio perfecto para privarte de todo, tu libertad, tus bienes y hasta el deseo de vivir, no en vano muchas personas solamente piensan en huir; tenemos el ejemplo del medico Jeovany Jiménez (especialista de 1er grado en medicina general) que envío una misiva apoyada por 300 trabajadores del sector de la salud, donde planteaba que el salario de los profesionales y técnicos de la salud, eran muy bajos y los llevaba a una existencia de agobio, agonía y a recurrir a expensas de pacientes agradecidos, conduciéndolos a una vida sin apego a la ética medica; por esta sinceridad, se le prohibió el ejercicio de la medicina de por vida en todo el territorio nacional.
En nuestro país a la clase obrera, los sindicatos no representan los intereses de los trabajadores, solo sirven como correa de trasmisión a las ordenes que la cúpula del partido comunista desea imponerles a los trabajadores y exprimirles el bolsillo a sus afiliados mediante el pago de la cuota mensual y el día de ¨haber¨ para las milicias de tropas territoriales (MTT). El régimen penaliza la discrepancia política y viola los Derechos Humanos. El pueblo exige que el gobierno cubano cumpla con los Pactos de Derechos Humanos aplicándolos a la ley, eliminando los artículos de leyes y decretos internos que violan la Declaración Universal de Derechos Humanos para poder lograr una apertura hacia la democracia.
Los pueblos pueden cometer errores, pero no arrastrarlos toda la vida; defendamos nuestros ideales frente a los tiranos mediante la exigencia cívica sin recurrir a la violencia, ¡estamos justificados como pueblo hacerlo!, cuando no hay opción, cuando no quieren escuchar nuestros clamores, dolores e ideas de la mayoría del pueblo y solo se hacen obras de teatro con falsos y cobarde diputados y un congreso de militantes mediocres que votan con las dos manos en alto sobre todo lo que se les presente.
Lo de Egipto y Túnez les impide dormir a los tiranos, el pensamiento que los próximos serian ellos que perderán el poder, los ha llevado a tomar acciones desesperada. La estrategia de la tiranía es hacernos creer que cualquier amigo o familiar, estaría dispuesto a obstaculizarnos y delatarnos (crear la desconfianza). El camino de la lucha por la libertad de Cuba, puede estar plagado de traidores y débiles, pero no debemos perder la fe; el cambio se dará provocado por la misma ambición de poder absoluto de los tiranos y aquellas leyes sociales de la negación.
Aspiremos a una Cuba libre del sistema que nos oprime, de la ignorancia política en que nos ha sumergido el régimen en estos largos años, ¡vivamos en una Cuba sin tinieblas y sin tiranos!
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