por Joel Lázaro Carbonell Guilar
Presidente de La Organización de Derechos Humanos “Cubanos Libres”
28 de febrero de 2011
La Habana. El pasado miércoles 23 de Febrero, en horas de la mañana, fui objeto de secuestro por parte de tres agentes de la policía política, cuando me dirigía en compañía de mi esposa a llevar al niño a su círculo infantil.
Desprevenidamente de un auto “Lada” color carmelita, se bajaron tres individuos que, sin ningún tipo de explicación, me arrebataron a mi hija (de cinco meses de nacida) de los brazos, dándosela a la madre y bruscamente me obligaron abordar el vehículo, el cual me traslado hacia la Unidad Policial de Aguilera, ubicada en Lawton, donde hasta los calabozos subterráneos fui a parar.
Estuve secuestrado, hasta la mañana del siguiente día, donde a la hora de salir, fui amenazado de que si salía de mi casa, el proceso se volvería a repetir, pero más extendido, ¡me dejarían hasta el lunes!
Al llegar a mi casa (aproximadamente las 08:00 am), me percate que tenía vigilancia permanente por dos individuos. Esta vigilancia estuvo hasta las 7:00 pm que se retiraron.
Para estos títeres de la dictadura, se logro un objetivo; mediante la violencia, los secuestros y las amenazas; para mí, ¡Zapata vive!, permanece en mi mente, inspiración y guía para nuestra dura lucha democrática, ¡es un héroe y mártir!; Reina Luisa, continuara teniendo nuestro apoyo.
Mis acciones programadas no pudieron realizarse el día señalado, pero no lograron impedir que mis hijos y yo, le recordáramos al régimen totalitario que la muerte de Orlando Zapata Tamayo recae en ellos, como miles de crímenes más.
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